Ya que ayer, 8 de julio de 2020, se conmemoraba el 427vo aniversario del nacimiento de Artemisia, pues empezaré por ella.
Conocemos a tantos pintores hombres entre los siglos XV a XVIII, pero ¿dónde están las mujeres?
Durante este periodo, muy pocas mujeres trabajaron como pintoras. La razón es que la formación de un pintor iniciaba desde muy joven: se mudaban a la casa de un "maestro" y allí trabajaban como aprendices. Claramente, estaba muy mal visto que una mujer se mudase a casa de un pintor.
Una de las pocas artistas que logró destacarse fue Artemisia Gentileschi (S.XVII). Su padre, Orazio Gentileschi, fue un famoso pintor en Roma y a los 16 años comenzó a enseñarle en casa.
A. Gentileschi. Susana y los Viejos. 1610. Colección Schönborn, Pommersfelden.
Esta es su primera obra conocida.
Influenciada por el arte de Caravaggio, Artemisia pinta a la mujer como persona, natural; sin estereotipos. Su obra se caracterizó por su habilidad en el manejo del color para expresar dimensión y drama.
A los 19 años contrata a Agostino Tassi, para que fuese su maestro y así complementar su formación artística. Este la viola. Artemisia, en busca de "mantener su dignidad intacta," comienza a tener una relación con su violador, con la esperanza de que este se casara con ella. Esto no sucede y ahí es cuando su padre Orazio, decide llevarlo a juicio.
Lo más asombroso/indignante de todo es que el juicio sólo es posible, porque la joven era virgen antes de la violación, sino, Orazio no hubiese podido presentar cargos ante Tassi.
Artemisia logra encarcelarlo, pero antes es humillada durante el juicio, porque, por supuesto: no le creían. Este juicio está muy bien documentado y se conoce a profundidad los hechos.
La obra de la joven pintora ahora parece centrarse en fantasías de venganza contra el violador. Oscura y violenta. Se dedica a realizar obras donde las mujeres son las protagonistas o están en un papel de igualdad ante los hombres.
A. Gentilsechi. Giaele e Sisara. c.1620.
La fuerza expresiva en sus pinturas de heroínas bíblicas, donde las mujeres son interpretadas con la valentía para rebelarse ante sus condiciones, ha sido un factor de interés para estudios feministas. Un llamado a la conciencia ante una problemática que vivió en carne propia. En fin, una verdadera precursora del feminismo.
A. Gentileschi. Judit decapitando a Holofernes. 1614-1621. Galería Uffizi, Florencia.
Este cuadro es Judit de capitando a Holofernes, muestra la historia bíblica de Judit, una viuda judía, que seduce y emborracha a Holofernes, un general babilonio que amenaza al pueblo de Israel. Cuando el general duerme, Judit le corta la cabeza. Una interpretación sangrienta y simbólica de su lucha en contra de una sociedad machista.
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