¿Te ha pasado que te vas a turistear y entras a alguna iglesia increíble en alguna ciudad antigua y ves las pinturas en las paredes y seguro oyes al guía hablar de los frescos y los frescos, y tu no tienes ni idea de qué te están contando?
Bueno apréndete esto, para que quedes como el culto del paseo:
Un fresco o Buon Fresco es una pintura realizada sobre una superficie -una pared- cubierta con dos capas de mortero de cal (una especie de yeso). La primera capa, de mayor espesor, se aplica y se deja secar; se crea una base uniforme. La segunda se aplica por partes y el artista pinta sobre ella cuando esta aún está húmeda o FRESCA.
Esta segunda capa se debe trabajar en jornadas de 8 horas, pues si la cal se seca ya no absorbe más pigmentos.
En caso de que se secara, se podía retocar o darle un acabado utilizando 'temple' -o témpera, una técnica donde se disuelve el pigmento en agua y un aglutinante (como: cola, huevo, glicerina, etc.)- a esto se le llama fresco secco.
Dificultades de la pintura al fresco: pues que apenas el color se aplica, la cal lo absorbe y no se puede corregir. La única forma es esperando que seque y aplicando temple; lo cual es medio chambón. El otro problemita, es que el tono del color varía un poco una vez que se seca y esto debe ser anticipado por el pintor.
¿Una obra muy reconocida al fresco? Los frescos de Michelangelo Buonarroti en La Capilla Sixtina (1508-1512 y 1536-1541). Michelangelo pinta los frescos de la bóveda y la pared detrás del altar. Acá puedes ver La Creación de Adán, seguro que te suena.
Michelangelo Buonarroti. La Creación de Adán. 1512. Bóveda de la Capilla Sixtina, Ciudad del Vaticano.
La obra de Michelangelo es extensa y maravillosa, así que esa la vemos en otro post.
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